El panista Enrique Vargas se puso vivo para intentar explicar la compra de un terreno a una persona muerta, donde construyó su rancho de 3,762 mts? en Huixquilucan. Enrique Vargas presentó a Rosa Rocío Nava Díaz como la dueña del predio donde construyó su rancho en 2017, cuando era Alcalde de Huixquilucan. Pero la señora Nava no era la propietaria, sino la representante legal de Elisa Arzaluz Gutiérrez, la verdadera duena y quien murió en 1981. El Código Civil del Edomex establece: «Cualquier mandato termina con la muerte del mandante, por lo que, de haber existido un poder, este se había extinguido y nadie podía actuar en representación de la difunta».
Rancho Vargas, La muerta que no está muerta
- por Redacción